Caso de Estudio: Sergio Rojas
Para llevar a cabo un proceso de diseño es preciso indagar a fondo sobre los actores vinculados al campo de estudio. Así pues, debemos recopilar la mayor cantidad de información que nos permita involucrarnos lo suficiente en el contexto específico, para poder analizar y a partir de eso proponer nuevas oportunidades de diseño.
Sergio Rojas nació hace 67 años en el municipio de Chaparral, Tolima en medio de una familia ganadera y del conflicto de tierras que empezaba a hacerse presente en los sectores rurales del país. Tras acabar el bachillerato en el Colegio Murillo Toro se vio forzado a abandonar su finca junto a su familia y a empezar una nueva vida en Bogotá. Estudió Derecho en la Universidad Católica y volvió a Tolima, donde su padre fue asesinado por el conflicto. Allí, cuenta Sergio, se relacionó con grandes figuras políticas de la época como Alberto Santofimio y estuvo involucrado con distintos proyectos del Gobierno. Durante aquella época, fue propietario de una finca en la cual vivía con su esposa e hijos. El conflicto, asegura Sergio, se intensificó y se vio nuevamente forzado a abandonar su tierra. Durante el proceso de regreso a Bogotá, su esposa e hijos los abandonaron, lo que en suma con la pérdida de su tierra y su ganado en Tolima, propició la actual condición de desplazamiento y pobreza en la que se encuentra.
Actualmente vive en el Centro de Bogotá, muy cerca del Chorro de Quevedo, en una residencia cuya propietaria es su prima hermana. Con ella, como afirma él, sólo vive, pero no se relaciona, pues aunque le agrada su particular forma de ser, su temperamento es muy fuerte. Sergio le paga un pequeño cuarto en el que vive, duerme y almacena sus pocas pertenencias adquiridas desde su llegada hace 12 años a Bogotá. Se dedica al comercio de chatarra y al reciclaje, actividades que desde hace un tiempo ha dejado de realizar debido a fuertes dolores en la espalda que le han surgido. |
Su día se simplifica, entonces, en despertarse para desayunar, asistir al comedor comunitario La Rioja para recibir el almuerzo, leer el periódico en las tardes y una pequeña comida en la tarde. “Desayuno café o chocolate, arepa con queso o caldo o carne; pero como poquito”, cuenta Sergio. Se caracteriza por ser un hombre que come poco y temprano. Asiste al comedor comunitario a eso de las 10.30 am para recibir su almuerzo, pues los dolores en su espalda le han obligado a que vuelva temprano a casa para poder descansar. También, dice, come temprano para poder digerir mejor la comida antes de dormir. Un tinto con galletas de soda es lo que cena diariamente. En su habitación tiene estufa, pero no dónde almacenar comida ni dónde mantenerla fresca, por lo que poco come allí y prefiere salir a alguna cafetería.
A Sergio le gusta leer y le gusta mantenerse informado. Es elocuente y charlador, aunque también selectivo. Dice que no se relaciona casi con nadie, especialmente del comedor comunitario, porque no tienen nada que aportarle. Sólo conoce a Jorge y a Pacheco, personajes de los que no habla mucho porque así mismo casi nunca ve. “Pueden pasar 6 meses sin ver a las mismas personas en el comedor comunitario”, dice Sergio. Y es que incluso ve diariamente gente nueva en el comedor, casi nunca a los mismos. No obstante, cuando habla es amable y le gusta extender su conocimiento. La Política es su tema favorito y considera que es de las pocas cosas que vale la pena hablar. De hecho, todo de lo que habla lo vincula inmediatamente con la política colombiana: sabe que el que no puede comer es porque es pobre y que el que es pobre es debido al conflicto político que tanto perjudica al país. También tiene conocimientos básicos en otras áreas, sobre todo empíricos. Sabe cocinar, por ejemplo, pero no sabe qué debería realmente comer. También es egocéntrico y algo terco: sabe que es una persona culta y no considera que muchos más sepan tanto como él y que, en esa medida, puedan brindarle nuevos conocimientos.
No obstante, Sergio es una persona abierta y siempre dispuesta a aprender. Parece estar muy interesado en la investigación que adelantamos y dispuesto a cooperar “mientras me encuentre sano”, como dice él. Le interesa contribuir al país y, poder de alguna forma, aplicar su conocimiento universitario para el bien común. Y aunque sabe que es más difícil por su edad y condición socio-económica, siempre tiene algo que decir y con qué contribuir.
A Sergio le gusta leer y le gusta mantenerse informado. Es elocuente y charlador, aunque también selectivo. Dice que no se relaciona casi con nadie, especialmente del comedor comunitario, porque no tienen nada que aportarle. Sólo conoce a Jorge y a Pacheco, personajes de los que no habla mucho porque así mismo casi nunca ve. “Pueden pasar 6 meses sin ver a las mismas personas en el comedor comunitario”, dice Sergio. Y es que incluso ve diariamente gente nueva en el comedor, casi nunca a los mismos. No obstante, cuando habla es amable y le gusta extender su conocimiento. La Política es su tema favorito y considera que es de las pocas cosas que vale la pena hablar. De hecho, todo de lo que habla lo vincula inmediatamente con la política colombiana: sabe que el que no puede comer es porque es pobre y que el que es pobre es debido al conflicto político que tanto perjudica al país. También tiene conocimientos básicos en otras áreas, sobre todo empíricos. Sabe cocinar, por ejemplo, pero no sabe qué debería realmente comer. También es egocéntrico y algo terco: sabe que es una persona culta y no considera que muchos más sepan tanto como él y que, en esa medida, puedan brindarle nuevos conocimientos.
No obstante, Sergio es una persona abierta y siempre dispuesta a aprender. Parece estar muy interesado en la investigación que adelantamos y dispuesto a cooperar “mientras me encuentre sano”, como dice él. Le interesa contribuir al país y, poder de alguna forma, aplicar su conocimiento universitario para el bien común. Y aunque sabe que es más difícil por su edad y condición socio-económica, siempre tiene algo que decir y con qué contribuir.
Visita al comedor comunitario: La Rioja
El siguiente infograma muestra algunas de las características principales del comedor comunitario al cual Don Sergio va a almorzar diariamente. En nuestra visita nos fue imposible tomar registros fotográficos o de video pues la carta que llevamos solicitando permiso, tenía que ser procesada por una entidad externa. Sin embargo, recopilamos información a través del método FLY IN THE WALL (en el que se observa el contexto desde un segundo plano) con el objetivo de encontrar posibles patrones de comportamiento y convivencia.
Conversando con Don Sergio
- Don Sergio cuéntenos un poco sobre como funciona el comedor comunitario.
Bueno cuando a uno solicita el servicio tiene que llevar el carné del Sisben, diligenciar un formato donde uno da la dirección de donde vive, y después ellos mandan a alguien para verificar que los datos que uno dio si son reales. Inmediatamente le aprueban a uno la solicitud y pues ya.
- ¿A qué horas normalmente asiste al comedor comunitario?
Eso depende, yo normalmente almuerzo más bien temprano. A eso de las 11 de la mañana, por que a las 12 y un poco más tarde empieza a llegar muchísima gente y esto se llena terriblemente. Yo prefiero comer calmado y más temprano.
- ¿Cómo funciona todo desde que entra al comedor?
Antes de entrar a uno le piden el carné del Sisben en la entrada, si uno no lo tiene no lo dejan entrar. Una señorita lo busca en la lista y uno firma asistencia para que no vaya a haber gente que entra mas de una vez por día. Después de este proceso, pues me pongo a hacer la fila. No hablo con nadie, sólo espero a que llegue mi turno. Cuando me encuentro con la joven que sirve el almuerzo la saludo, ella me saluda de vuelta pero no hablamos más de ahí... Cuando me entregan el almuerzo, doy las gracias, me siento, como rápido y me voy a mi casa o a tomarme un tinto.
- ¿Cuánto tiempo se demora más o menos en almorzar?
Eso es rápido! por ahí 15 o 20 minutos como máximo.
- ¿El comedor comunitario tiene reglas?
Si aquí el supervisor nos explica las reglas de convivencia para que no se presenten malos entendidos entre las personas. A comienzo de año hacen una reunión donde hablan de los comportamientos que se deben tener aquí y cuales son las consecuencias de no seguirlos...
-¿Como qué reglas hay aquí?
Yo creo que la más importante de todas es que hay que comerse toda la comida. Para eso está el supervisor, el se fija en que todo el mundo se coma la comida y que no se la lleven para la casa. Además de eso hay que respetar la fila, uno no se puede colar. Si uno no sigue las reglas lo amonestan es decir le piden que se retire por el día. Otra cosa muy importante es que como llevan registro de asistencia, si uno deja de venir más de 5 veces, lo sacan, osea le quitan el cupo por un tiempo.
- ¿Qué pasa cuando uno no puede comer más?
Jaja pues si uno no puede comerse todo, es mejor que no venga... O pues si uno viene y no tiene mucha hambre, uno puede pedir medio almuerzo y no uno completo para que no haya riesgo de desperdiciar la comida.
Bueno cuando a uno solicita el servicio tiene que llevar el carné del Sisben, diligenciar un formato donde uno da la dirección de donde vive, y después ellos mandan a alguien para verificar que los datos que uno dio si son reales. Inmediatamente le aprueban a uno la solicitud y pues ya.
- ¿A qué horas normalmente asiste al comedor comunitario?
Eso depende, yo normalmente almuerzo más bien temprano. A eso de las 11 de la mañana, por que a las 12 y un poco más tarde empieza a llegar muchísima gente y esto se llena terriblemente. Yo prefiero comer calmado y más temprano.
- ¿Cómo funciona todo desde que entra al comedor?
Antes de entrar a uno le piden el carné del Sisben en la entrada, si uno no lo tiene no lo dejan entrar. Una señorita lo busca en la lista y uno firma asistencia para que no vaya a haber gente que entra mas de una vez por día. Después de este proceso, pues me pongo a hacer la fila. No hablo con nadie, sólo espero a que llegue mi turno. Cuando me encuentro con la joven que sirve el almuerzo la saludo, ella me saluda de vuelta pero no hablamos más de ahí... Cuando me entregan el almuerzo, doy las gracias, me siento, como rápido y me voy a mi casa o a tomarme un tinto.
- ¿Cuánto tiempo se demora más o menos en almorzar?
Eso es rápido! por ahí 15 o 20 minutos como máximo.
- ¿El comedor comunitario tiene reglas?
Si aquí el supervisor nos explica las reglas de convivencia para que no se presenten malos entendidos entre las personas. A comienzo de año hacen una reunión donde hablan de los comportamientos que se deben tener aquí y cuales son las consecuencias de no seguirlos...
-¿Como qué reglas hay aquí?
Yo creo que la más importante de todas es que hay que comerse toda la comida. Para eso está el supervisor, el se fija en que todo el mundo se coma la comida y que no se la lleven para la casa. Además de eso hay que respetar la fila, uno no se puede colar. Si uno no sigue las reglas lo amonestan es decir le piden que se retire por el día. Otra cosa muy importante es que como llevan registro de asistencia, si uno deja de venir más de 5 veces, lo sacan, osea le quitan el cupo por un tiempo.
- ¿Qué pasa cuando uno no puede comer más?
Jaja pues si uno no puede comerse todo, es mejor que no venga... O pues si uno viene y no tiene mucha hambre, uno puede pedir medio almuerzo y no uno completo para que no haya riesgo de desperdiciar la comida.